No he encontrado ninguna referencia a la sopa con el nombre de “fingida”, por lo que creo que se lo puso la propia María Rosa al anotar la receta ya que era una sopa que sin llevar nada de carne era tan contundente y tenía tanto sabor que disimulaba su ausencia, de ahí lo de fingida, "que parece real pero es ficticio o simulado", pero lo mejor de todo es que ha llegado tal cual a nuestros días y lo único que ha cambiado es el nombre: sopas de ajo o sopa castellana

El origen más antiguo de esta últimas que he encontrado se remonta a 1899 a través de un poema de Ventura de la Vega titulado "Sopas de ajo inmortales"

… y digo yo que qué arraigado y apreciado sería ya este plato para que fuera objeto de un poema por parte de este escritor y dramaturgo argentino que describe perfectamente el modo de hacerla. Qué cosas!

Sea como fuere, era una sopa de origen humilde que se consumiría en tiempos en que la comida era escasa y en la que se aprovechaba el pan duro del día anterior aunque probablemente se adaptara a cada casa o cocinero dependiendo de sus "posibles".

La receta de María Rosa Calvillo no lleva pimentón pero el pimentón ya estaba en la cocina de María Rosa porque lo empleaba para hacer la Boronía otro plato que he realizado para el reto.