Sopa de cebolla

2/05/2022

 

Cuenta la leyenda que esta humilde sopa, alimento de pobres, entró en la "haute cuisine française" de la mano de Stanislao Leczinski, Rey de Polonia, Gran Duque de Lituania, Duque de Lorena y padre de María Leszczynska, reina consorte de Francia por su matrimonio con el Rey Luis XV de Francia y por tanto, suegro de este. 

Dicen que en un viaje que realizó a Versalles para visitar a su hija, hizo parada en una fonda de Chalons en donde la comió. Aseguran que le gustó tanto que no paró hasta conseguir la receta y que incluso fue a las cocinas para aprender a cocinarla. Desde entonces se hizo tan popular en la Corte que incluso se convirtió en condumio obligado al finalizar las juergas en París porque templaba cuerpo y alma.
Ya lo dijo Alejandro Dumas (responsable junto con el baron Brissé de que Gouffé fuera jefe de cocina de Jockey Club) refiriéndose a ella: 

"una sopa muy querida de los cazadores, gente de mala vida y venerada por los borrachos"

Respecto del origen, es posible que se remonte a época de los romanos pero la primera referencia a la elaboración de una sopa que incluía cebolla, agua y mantequilla está en el libro de recetas de Le Viandier de Taivellent al que Cooking de Chef dedicó su reto del mes de marzo de 2020 (el primero en el que participé).

Soupe à l'oignon

Ingredientes para 2 personas
200 g de cebolla
30 g de mantequilla
30 g de harina
1 l de caldo de pollo o agua
sal
pimienta
Queso gruyere rallado
Rebanadas de pan tostado


Preparación
Cortar la cebolla en juliana y blanquear en agua con sal durante 5 a 10 minutos. Esta operación suaviza el sabor de la cebolla y además facilita el cocinado ya que reduce sustancialmente el tiempo que requiere para obtener un resultado perfecto.
Escurrir y poner en una sartén o cacerola de doble fondo alta y de un diámetro no muy grande, es interesante destacar que Gouffe indica en su receta que le diámetro debe ser de 15 cm, a mi juicio con buen sentido ya que, un recipiente estrecho y alto hace que los jugos evaporen menos y la cebolla se haga mejor.
Poner la mantequilla (he tenido que hacer un gran esfuerzo para no poner aceite de oliva, pero esto es una receta francesa, pas d'huile d'olive) y pochar lentamente sin que apenas coja color hasta que la cebolla esté tierna)
Añadirle la harina, rehogar bien unos minutos e incorporarle el caldo o agua y salpimentar. Yo he echado caldo de pollo de corral que siempre tengo en el congelador 
Dejar cocer a fuego lento.
Cortar rebanadas de pan asentado (del día anterior) finas y ponerlas en una sartén. Poner queso gruyere rallado encima y cuando empiece a fundirse dar la vuelta a la rebanada y sin mover esperar a que el queso, primero funda y después forme una costra.Servir la sopa acompañada de las rebanadas de pan

Esta receta pertenece al reto del mes de enero de Cooking the Chef dedicado a la Gastronomía del Siglo XIX y más concretamente a Jules Gouffé. Puedes ver el resto de recetas participantes aquí

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7 Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Como escribió Dumas, yo debo ser de muy mala vida porque me encanta la sopa de cebolla. Genial tu sopa, Gloria.

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  3. Me encanta la sopa de cebolla y la tuya tiene una pinta...umm!! Abrazos virtuales

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  4. Una de mis favoritas, y me encanta, que buena alumna, que hagas mencion a Le Viandier como antecedente de esta receta. Lo de blanquear las cosas, he visto que es un clásico en las recetas de Gouffré, en mi sopa de lechuga también se requiere. Para mi, un paso quizás ocn la lechuga que hace perder un poco los nutrientes (aunqeu en aquella epoca en estos temas aún no se sabía) y un poco la intensidad del sabor con un ingrediente tan poco "sabroso"... pero lo hice. En la sopa de cebolla también me parece que afecta. Enfin.
    Gracias como siempre con tu entusiasmo.

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  5. Me pirro por una sopita de cebolla! mmmhhh que rica
    besitos

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  6. Me encanta esta sopa, también de mis favoritas. El otro día Karlos Arguiñano la hizo, he igual que tu, tostó el pan y derritió el queso a parte de la sopa, pero tal y como dijo él, y como lo hago yo, cuando la sopa está hecha, pongo el pan tostado dentro de la sopa, esparzo el queso por encima, y a gratinar al horno. Y el queso gruyere, claro, que ricoooo! Felicidades!

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