Solomillo de cerdo con salsa de ciruelas

4/20/2025

 

El uso de frutas desecadas en la cocina se remonta a miles de años y se originó como un método de conservación, probablemente el más antiguo utilizado por la humanidad

Su origen se encuentran en Mesopotamia y el Antiguo Egipto en donde el sol del desierto secaba los alimentos y prolongaba su vida útil.
Sumerios y babilonios conservaban albaricoques y uvas (que luego se convertían en pasas) y en en el Antiguo Egipto se han hallado evidencias de higos y dátiles desecados.

Mesas de ofrendas con uvas, higos, granadas y
pepinos armenios en la tumba de Nakht
Fuente:museuegipci.com/
Fueron los romanos y los griegos quienes tenían integradas
 las frutas secas en sus preparaciones culinarias quienes perfeccionaron este proceso y posteriormente lo extendieron a todo el Mediterráneo. 
Posteriormente, durante la Edad Media, se expandió gracias a los mercaderes árabes, quienes introdujeron nuevas variedades en Europa a través de la Ruta de la Seda. 
Ruta de la Seda
Fuente: vaventura.com
Las frutas desecadas se convirtieron entonces en un bien valioso que se usaban en preparaciones tanto dulces como saladas, especialmente en la cocina medieval europea.
Frutos secos y frutas desecadas
Fuente: ciudadvalencia.com
Actualmente, las frutas desecadas están muy relacionadas en la gastronomía utilizándose tanto para preparaciones dulces como saladas. 
Esto, unido al desarrollo de técnicas modernas de deshidratación como la liofilización,  ha logrado una mayor variedad y calidad en estos productos, manteniendo su sabor y propiedades nutricionales por más tiempo.
Así, lo que comenzó como una necesidad de conservación en la antigüedad ha evolucionado hasta convertirse en un elemento esencial de la cocina contemporánea, aportando textura, dulzura y profundidad de sabor a una gran variedad de platos.

Concretamente en España, rica en historia y diversidad y moldeada por los distintos pueblos que habitaron la península Ibérica a lo largo de los siglos, lofrutos secos y las frutas desecadas que estos pueblos introdujeron y popularizaron forman parte de la idiosincrasia  de nuestra cocina y desempeñan un papel fundamental en la repostería y la gastronomía tradicional española.

Los primeros vestigios del uso de frutos secos y frutas desecadas en la península se remontan a los íberos y celtas, quienes recolectaban bellotas, nueces y avellanas como parte de su dieta. 
Sin embargo, fueron los fenicios y griegos quienes introdujeron cultivos como la vid y el olivo, permitiendo la producción de pasas e higos secos, que pronto se convirtieron en alimentos esenciales.

Con la llegada de los romanos, el consumo y la conservación de frutos secos y frutas desecadas se expandieron. Los romanos perfeccionaron el cultivo del almendro y difundieron el uso de higos, pasas y piñones en la gastronomía. 
En su cocina, estos ingredientes se empleaban en panificaciones, salsas y postres y su uso se extendió a la elaboración de platos combinando lo dulce y lo salado, una práctica que persistió en la cocina española.

Pero la mayor influencia en el uso de estos productos llegó con la presencia musulmana en la península entre los siglos VIII y XV. Los árabes no solo introdujeron nuevas variedades de frutos secos, como los pistachos y los dátiles, sino que también perfeccionaron técnicas de secado y conservación. 
Banquete árabe
Fuente: freepik.es
Su gastronomía se caracterizaba por la combinación de sabores dulces y especiados, lo que influyó en la cocina andaluza y en la repostería tradicional española. 
Gracias a ellos, dulces como el mazapán, los turrones y los pasteles de almendra se incorporaron al recetario popular.

Tras la Reconquista, estos ingredientes siguieron formando parte esencial de la cocina española. 
Durante la Edad Media y la Edad Moderna, se consolidaron recetas como las almendras garrapiñadas, las ensaladas con frutos secos y los postres elaborados con pasas e higos. 
En la actualidad, la influencia de estos pueblos sigue presente en platos como el ajoblanco andaluz, que combina almendras con ajo y pan; la ensaimada mallorquina, enriquecida con frutos secos; o el clásico roscón de Reyes, adornado con frutas escarchadas, que recuerdan las tradiciones de la repostería árabe.

Así, la herencia de íberos, romanos, musulmanes y otros pueblos ha dejado una huella imborrable en la gastronomía española, donde los frutos secos y las frutas desecadas siguen siendo protagonistas en numerosas recetas tradicionales y modernas.

Solomillo de cerdo con salsa de ciruelas

Ingredientes
1 Solomillo de cerdo Duroc*
50 g de ciruelas sin hueso
1/2 vaso de vino blanco
1 vaso de nata liquida
Sal
Pimienta
Mantequilla
AOVE

*Yo suelo utilizar cerdo Duroc porque tiene una carne mas tierna, jugosa y magra que el cerdo normal debido a su alta infiltración en grasa tiene una textura suave y un intenso sabor
A título de curiosidad, la mayor parte del los jamones que se denominan Ibéricos, son en un cruce al 50% entre Ibérico y Duroc (la normativa actual de calidad del ibérico, permite la mezcla hasta en un 50% de sangre siempre y cuando sea por parte paterna)
Razas de cerdos
Fuente: blog.jamonypaletilla.com/
Los precios de las tres razas también varían, siendo la más económica la del cerdo blanco (entre los 3 y los 7 €/kg dependiendo del corte) y el más caro el ibérico (entre los 12 y los 30)
A mi parecer la raza Duroc bien merece la inversión ya que con un precio intermedio la calidad es muy superior.

Preparación
Limpiar el solomillo y salpimentar.
En una sartén poner la mantequilla con una cucharada de aceite para que no se queme
Dorar el solomillo a fuego medio-alto hasta que tenga un bonito color dorado
Retirar y reservar
Desglasar la sartén con el vino y cuando haya reducido y evaporado todo el alcohol añadir la nata y las ciruelas. Reducir hasta que quede una salsa espesa.
Cortar el solomillo en medallones gruesos, incorporar a la salsa y dejar cocinar al punto y gusto de cada uno

Esta receta pertenece al reto de abril de Homenaje Blog.


El Blog homenajeado en esta ocasión es Lamboadas de Samhaim  de Isabel López Lens  esta es la receta en la que me he inspirado   
 Puedes ver el resto de recetas participantes aquí
 

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3 Comentarios

  1. Muy documentada la introducción de la fruta deshidratada y riquísima receta.

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  2. Esa salsita debe ser un vicio. Yo también tiro siempre al Duroc por precio/calidad. Besitossss
    Besitossss

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  3. Muy rico este solomillo y me ha encantado enterarme de tantas cosas, que curioso.
    Un besito

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