Muffins de calabaza

10/19/2025

A

Si algo he aprendido durante mi recorrido por esta investigación gastronómica en la que me metí allá por 2020 es que nada es lo que parece y que damos por hecho cosas que no son.

Con esta frase tan ambigua me refiero a que he visto durante todo ese tiempo que platos y recetas que pensamos que son originarias de un lugar, en cuanto profundizas un poco te das cuenta de que nada tienen que ver y que quien mejor "marketing" hacía se quedaba con la autoría.... Y eso es lo que pasa con la receta que traigo hoy.

Corría el año 200 a.C. en una remota aldea situada en lo que hoy es Shandong, durante la dinastía Han, en la que vivia un joven llamado Pam King que no tenía mucha suerte con las chicas en las fiestas y que como premio de consolación le regalaban una calabaza para que no se sintiera mal. 
Provincia de Shandong
https://www.google.com/
Hay que tener en cuenta que aunque no es en sí mismo un símbolo del yin yang (la armonía y el equilibrio entre fuerzas opuestas) si se complementan puesto que la calabaza en el Feng Shui simboliza abundancia, riqueza y buena suerte
De tal modo que con este regalo al pobre Pam King, que no se comía una rosca, le daban calabazas y le deseaban prosperidad y armonía (aunque no fuera en las fiestas)

Hete aquí que el pobre no debía ser muy guapo que digamos porque en cada fiesta le debía tocar la calabaza y debía tener muchas.
Y así, el desgraciado de Pam que aunque feo no debía tener un pelo de tonto, para darles salida hizo unas tarta que se puso a vender en un puestecito que montó en el mercado de su aldea.
La verdad es que debían estar buenísimas porque pronto se popularizaron sacando beneficio de una contrariedad.
La receta de esta tarta pasó a ser secreto y se fue transmitiendo entre los King como un legado familiar de generación en generación a través de la práctica y enseñanza directa.

Llegamos así a la Inglaterra mediados del s.XVII, en donde Hannah Woolley escritora británica reconocida por ser la primera en publicar un libro sobre labores domésticas y cocina, se preparaba para un viaje por el mundo para probar comidas de otros lugares.
De este modo, en 1665 llegó a China, conoció a un descendiente de Pan King (imagino que la genética evolucionó y ya no eran los más feos de la fiesta) y se casó con él (heredando por ende  la secreta receta de la tarta de calabaza)
Poco después decidieron volver a Inglaterra pero el descendiente de Pan King no llegó puesto que falleció en la travesía.
Unos años después, en 1670 Hanna Woolley publicó su libro The Queen-like closet, or rich cabinet stored with all manner of rare receipts for preserving, candying and cookery en el que incluyó la receta de esa tarta llamándola Pompion Pai o Pumpion Pai, popularizándola en Inglaterra.
Libro de Hannah Woolley, probablemente una de las primeras mujeres
que se ganaron la vida escribiendo libros de autoayuda para mujeres en el siglo XVII.

Fuente: earlymodernfemalebookownership

Se trataba de un pastel relleno con capas de calabaza y manzana (hay varias versiones la misma que imagino que corresponderán a distintas ediciones)

Para hacer un pastel de calabaza

Tome una calabaza, pélela y córtela en rodajas finas, sumérjala en huevos batidos y pique finamente las hierbas y fríala hasta que esté tierna, luego colóquela en una tarta con mantequilla, pasas, grosellas, azúcar y sal, y en el fondo algunas manzanas picantes; cuando esté horneada, úntela con mantequilla y sírvala.
Hannah Woolley

Y la receta viajó con los ingleses hasta los colonias británicas de Norteamérica en donde más tarde, en 1776, tras declarar su independencia los colonos rompieron lazos con la corona británica, pero.... y el pastel????.. pues nada,  le cambiamos el nombre por el de Pumpink Pie para diferenciarla de los ingleses y aquí paz y después gloria 
Pero hete aquí, justicia poética, que fonéticamente Pumpink Pie se lee Pam King Pai, el creador de la tarta!!!!... ¿no es maravilloso?

El cómo se convirtió en un clásico americano dulce sobre todo en el día de Acción de Gracias es otra historia relacionada con el marketing al que me refería al principio y que alargaría mucho la entrada. 

Es una preparación que se ha sometido a muchos cambios y que cada cual adapta a sus gustos
Encarnita tiene en su blog unos minipasteles de calabaza a los que he homenajeado con unos muffins especiados de calabaza de otra manera pero seguro que igual de ricos.

Vamos con la receta

Muffins de calabaza
Ingredientes
200 g calabaza cacahuete*
2 huevos
200g azúcar moreno
150g de harina
80g aceite oliva
Un pellizco de sal
1 Cda levadura
1 Cdta de Canela
1/2 cdta de jengibre en polvo
1/2 cdta de cardamomo molido
Una pizca de nuez moscada,
Una pizca de pimienta de Jamaica,
Una pizca de clavo de olor

Para el glaseado (medidas orientativas)
Ralladura de mandarina
1 Yogur griego natural
2 cdas de queso crema
4 cdas de azúcar glas

*Suelo elegir la variedad cacahuete porque al tener la piel fina no se la quito, lo que además intensifica su color naranja intenso. Es además muy dulce y tiene una textura muy adecuada para postres.
En caso de usar otra variedad, es mejor pelarla

Preparación
Precalentar el horno a 180º
Lavar y trocear la calabaza.
Colocar en un robot de cocina con piel y triturar bien.
Añadir el azúcar, los huevos, la sal, la harina, la levadura, las especias y el aceite y triturar de nuevo
En una fuente para hornear muffins, colocar los moldes y llenar con la preparación 2/3 del total
Hornear durante 20 minutos.
Dejar enfriar

Para el glaseado:
Sobre una gasa fina colocar el yogur y dejar que escurra lo más posible el suero.
Una vez haya quedado lo más escurrido posible ya está listo para usar.
Poner azúcar glas en un bol y  poco a poco añadir yogur hasta que quede una pasta espesa y consistente.
Añadir la ralladura de mandarina y mezclar bien.
Aparte aligerar el queso crema con un poco zumo de mandarina o limón he incorporárselo a la mezcla anterior. Reservar en la nevera al menos media hora. 
Las medidas del glaseado son orientativas. Se trata de ir ajustando la textura para que el glaseado se mantenga firme sobre el muffin. 
Transcurrido el tiempo bañar generosamente los muffins que ya estarán fríos.
Esta receta pertenece al reto de octubre de Homenaje Blog.
El Blog homenajeado en esta ocasión es El paraíso de los Golosos de Encarnita, y esta es la receta en la que me he inspirado

Puedes ver el resto de recetas participantes aquí

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